Cómo dividir y mejorar tus días
How to Break up and Improve your Day
Por Lucas Davis
Para La Prensa Latina
El segundo semestre del año escolar típicamente se siente como el más largo para los estudiantes de high school, y muchos experimentan la primera mitad como particularmente “lenta” o sin energía. Con más exámenes y menos feriados que el primer semestre, muchos estudiantes sienten que no hay final a la vista.
A veces me encuentro yendo a la escuela esperando atentamente que la campana suene. Aunque me gusta estar con mis amigos, y me interesan mis clases, tiendo a pensar de cada día escolar como un obstáculo entre mí y las cosas que quiero hacer después de la escuela, ya sea practicar música, jugar un deporte o vaguear con mis amigos. Este modo de pensar, junto al segundo semestre más académicamente intenso, puede llevar a que empeoren las notas de algunos, aunque no necesariamente se haya perdido interés en los estudios mismos.
Mis segundos semestres han sido un poco mejor últimamente, después de haber quebrado el ritmo monótono que antes llevaba; lo que hice fue planear cuidadosamente mi semana. Identificar varios días en los que tengo menos clases, encontrar áreas de tiempo libre durante mi día escolar y planear mi horario de trabajo escolar lo más temprano que pueda (al principio de cada semana), me ha permitido dividir mi día de una mejor manera. Aunque el segundo semestre del año se puede sentir interminable, poner tu semana en perspectiva te ayudará a levantar cabeza y seguir adelante durante el año.
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ENGLISH:
The second semester typically feels the longest for high school students, of which the first half feels the most “slow” or “sluggish” for many. With many more quizzes and tests and fewer holidays/days off than the first semester, students feel like there’s no end in sight.
I often find myself going to school attentively waiting for the bell to ring. Though I enjoy being with my friends, and I enjoy my classes, I tend to think of each school day as an obstacle between me and the things I want to do after school, whether it be practicing music, playing a sport, or just hanging out with friends. This way of thinking, coupled with the more academically intensive second semester of the year, can regularly lead to students taking a hit to their grades, even if not necessarily losing interest in school itself.
My second semesters have gone much more smoothly after breaking the monotonous pace, which I did through some planning throughout my week. By identifying certain days when I have fewer classes, finding pockets of free time throughout the school day, and planning out my schoolwork schedule as early in the week as possible, I’ve been able to break up my day. Though the duration second semester of the year can feel like ages, putting your week into perspective will help you keep your head up and pushing ahead in the year.
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