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Biden Quadruples Trump Refugee Cap After Delay Backlash

Biden eleva el tope a refugiados admitidos en EE.UU.

WASHINGTON (AP) — President Joe Biden formally raised the nation’s cap on refugee admissions to 62,500 this year, weeks after facing bipartisan blowback for his delay in replacing the record-low ceiling set by former President Donald Trump.
Refugee resettlement agencies have waited for Biden to quadruple the number of refugees allowed into the United States this year since Feb. 12, when a presidential proposal was submitted to Congress saying he planned to do so.
But the presidential determination went unsigned until Monday, May 3. Biden said he first needed to expand the narrow eligibility criteria put in place by Trump that had kept out most refugees. He did that last month in an emergency determination. But it also stated that Trump’s cap of up to 15,000 refugees this year “remains justified by humanitarian concerns and is otherwise in the national interest,” indicating Biden intended to keep it.
That brought sharp pushback for not at least taking the symbolic step of authorizing more refugees to enter the U.S. this year. The second-ranking Senate Democrat, Dick Durbin of Illinois, called that initial limit “unacceptable” and within hours the White House made a quick course correction. The administration vowed to increase the historically low cap by May 15 — but the White House said it probably would not hit the 62,500 Biden had previously outlined.
In the end, Biden returned to that figure.
Biden said he received additional information that led him to sign the emergency presidential determination setting the cap at 62,500.
“It is important to take this action today to remove any lingering doubt in the minds of refugees around the world who have suffered so much, and who are anxiously waiting for their new lives to begin,” Biden stated before signing it.
Biden said Trump’s cap “did not reflect America’s values as a nation that welcomes and supports refugees.”
But he acknowledged the “sad truth” that the U.S. would not meet the 62,500 cap by the end of the fiscal year in September, given the pandemic and limitations on the country’s resettlement capabilities — some of which his administration has attributed to the Trump administration’s policies to restrict immigration.
The White House insisted it was unable to act until now because the administration was being taxed by a sharp increase in unaccompanied young immigrants from El Salvador, Guatemala and Honduras arriving at the southern U.S. border, though any link between the border and the government’s decision on refugees was not immediately clear. Refugee advocates, including Durbin, accused Biden of playing politics.
Biden said Monday it was important to lift the number to show “America’s commitment to protect the most vulnerable, and to stand as a beacon of liberty and refuge to the world.”
It also paves the way for Biden to boost the cap to 125,000 for the 2022 fiscal year that starts in October.
Secretary of State Antony Blinken said work is being done to improve U.S. capabilities to process refugees in order to accept as many of them as possible under the new cap. Since the fiscal year began last Oct. 1, just over 2,000 refugees have been resettled in the U.S.
Travel preparations are being made for more than 2,000 refugees who were excluded by Trump’s presidential determination on Oct. 27, 2020.
Refugee resettlement agencies applauded Biden’s action.
“We are absolutely thrilled and relieved for so many refugee families all across the world who look to the U.S. for protection,” said Krish O’Mara Vignarajah, head of Lutheran Immigration and Refugee Service, one of nine resettlement agencies in the nation. “It has a felt like a rollercoaster ride, but this is one critical step toward rebuilding the program and returning the U.S. to our global humanitarian leadership role.”
Biden has also added more slots for refugees from Africa, the Middle East and Central America and ended Trump’s restrictions on resettlements from Somalia, Syria and Yemen.
Some 35,000 refugees have been cleared to go to the United States, and 100,000 remain in the pipeline. Resettlement agencies that closed more than 100 offices during the Trump administration said the cap needed to be raised to unleash resources.
“The way you rebuild capacity is by setting ambitious commitments that signal to domestic and international stakeholders that U.S. leadership is back,” said Nazanin Ash of the International Rescue Committee.

ESPAÑOL:

WASHINGTON (AP) — Luego de enfrentar críticas durante varias semanas por demorarse en reemplazar el tope de 15.000 establecido por el expresidente Donald Trump, el más bajo que se había registrado, el presidente Joe Biden elevó formalmente el lunes, 3 de mayo, a 62.500 el máximo de refugiados que Estados Unidos admitirá este año.
Las agencias de reasentamiento de refugiados habían esperado que Biden cuadriplicara el número de refugiados admitidos en Estados Unidos desde el 12 de febrero, cuando se presentó una propuesta presidencial ante el Congreso en la que se informaba de sus planes.
Pero la determinación presidencial no fue firmada sino hasta el lunes. Biden dijo que primero necesitaba expandir los criterios de elegibilidad que implementó Trump y que mantenían fuera del país a la mayoría de los refugiados. El mandatario lo hizo el mes pasado a través de una determinación de emergencia. Pero también declaró que el límite de 15.000 establecido por Trump para este año “sigue siendo justificado por cuestiones humanitarias y que, en general, es adecuado para los intereses nacionales”, indicativo de que Biden pretendía mantenerlo.
Eso le valió fuertes críticas por no tomar, al menos, la medida simbólica de autorizar que más refugiados ingresaran este año a Estados Unidos. El segundo demócrata de mayor rango en el Senado, Dick Durbin, dijo que el límite inicial era “inaceptable”, y la Casa Blanca corrigió la cifra en cuestión de horas. El gobierno se comprometió a aumentar el límite antes del 15 de mayo, pero la Casa Blanca dijo que probablemente no alcanzaría los 62.500 que Biden había delineado previamente.
Eventualmente, Biden retomó esa cifra.
El presidente dijo que recibió información adicional que lo llevó a firmar la determinación de emergencia que establece un límite de 62.500.
“Es importante tomar esta medida hoy para disipar cualquier duda que persista en las mentes de los refugiados, en todo el mundo, que han sufrido tanto y que aguardan ansiosamente iniciar sus nuevas vidas”, agregó el mandatario.
Biden dijo que el límite de Trump “no reflejaba los valores de Estados Unidos como una nación que da la bienvenida y respalda a los refugiados”.
Pero reconoció la “triste verdad” de que Estados Unidos no alcanzaría el tope de 62.500 para el fin del año fiscal en septiembre debido a la pandemia y a las limitaciones en las capacidades del país para reubicar personas – limitaciones que su gobierno ha atribuido en algunos casos a las políticas del gobierno de Trump para restringir la inmigración.
La Casa Blanca insistió en que no pudo actuar hasta ahora debido a que el gobierno se vio afectado por el marcado incremento en el número de niños inmigrantes procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras que se presentaron en la frontera con México sin compañía de un adulto, aunque de momento se desconoce alguna conexión entre la situación fronteriza y la decisión del gobierno en materia de refugiados. Defensores de los refugiados, incluso Durbin, acusaron a Biden de politiquerías.
El mandatario declaró el lunes que era importante elevar la cifra para demostrar “el compromiso de Estados Unidos con la protección de los más vulnerables y para permanecer como un modelo de libertad y refugio para el mundo”.
La decisión también allana el camino para que Biden aumente el límite a 125.000 para el año fiscal 2022, que inicia en octubre.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que se realizan labores para mejorar la capacidad de Estados Unidos para procesar a los refugiados y poder aceptar a la mayor cantidad que sea posible bajo el nuevo límite. Desde el inicio del año fiscal el pasado 1 de octubre, se han reubicado a poco más de 2.000 refugiados en Estados Unidos.
Ya se realizan preparativos de viaje para más de 2.000 refugiados que quedaron excluidos por la determinación presidencial de Trump el 27 de octubre del 2020.
Las agencias de reasentamiento de refugiados aplaudieron la decisión de Biden.
“Estamos profundamente emocionados y aliviados por todas esas familias de refugiados en todo el mundo que voltean hacia Estados Unidos en busca de protección”, dijo Krish O’Mara Vignarajah, directora de Lutheran Immigration and Refugee Service, una de las nueve agencias de reasentamiento en el país. “Ha sido una montaña rusa, pero este es un paso fundamental para la reconstrucción del programa y para regresar a Estados Unidos a su papel de liderazgo humanitario a nivel mundial”.
Biden también añadió más espacios para refugiados procedentes de África, Medio Oriente y Centroamérica y puso fin a las restricciones por parte del gobierno de Trump a los procedentes de Somalia, Siria y Yemen.
Unos 35.000 refugiados ya recibieron el visto bueno para viajar a Estados Unidos, y 100.000 siguen en espera. Las agencias de reubicación, que cerraron más de 100 oficinas durante el gobierno de Trump, aseguraron que se necesitaba elevar el límite para canalizar recursos.
“La capacidad se reconstruye estableciendo compromisos ambiciosos que indiquen a los participantes nacionales e internacionales que el liderazgo estadounidense está de regreso”, dijo Nazanin Ash, de International Rescue Committee.

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