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Juez federal descarta la demanda de Tennessee que buscaba detener el reasentamiento de refugiados

Federal Judge Dismisses Tennessee’s Lawsuit Seeking to Halt Refugee Resettlement

 

TENNESSEE (The Tennessean/LPL) — Un juez federal desestimó la demanda de Tennessee contra el gobierno federal por el reasentamiento de refugiados.

En la demanda, el estado alegó que el gobierno federal violó la 10ma Enmienda, que dice que el gobierno federal posee sólo los poderes delegados por la Constitución de los EE. UU. y que todos los demás poderes están reservados para los estados.

Tennessee acusó que el gobierno federal no estaba cumpliendo con la Ley de Refugiados de 1980.

La ley federal de refugiados se diseñó para crear un procedimiento permanente para la admisión de refugiados en los EE. UU.

En la demanda, el estado argumentó que Tennessee enfrentaba la amenaza de perder casi $7 mil millones en fondos de Medicaid si se negaba a reasentar a los refugiados.

A pesar de que el estado ha optado por no participar en el programa de reasentamiento, los refugiados han seguido siendo enviados a Tennessee después de que el gobierno federal designara a Caridades Católicas de Tennessee para administrar los esfuerzos de reasentamiento.

Tennessee esperaba detener el reasentamiento de refugiados en el estado hasta que todos los costos asociados fueran pagados por el gobierno federal.

Al desestimar el caso, el juez de distrito de los Estados Unidos, S. Thomas Anderson, discrepó con las afirmaciones del estado sobre la pérdida de fondos federales.

“Los demandantes también sostienen que la cantidad de fondos federales de Medicaid que podría perder Tennessee si no cumplen con el requisito de proporcionar Medicaid a los refugiados es tan grande que no tienen otra opción que continuar con el programa”, escribió Anderson en el expediente.

“En este momento, este tribunal no puede determinar qué monto enfrenta el estado con la pérdida”.

El rechazo de Anderson del caso es un golpe para los legisladores de Tennessee, quienes aprobaron abrumadoramente una resolución en el 2016 ordenando la demanda.

Cuando el procurador general de Tennessee, Herbert Slatery, se negó a iniciar el caso, el estado contrató al Thomas More Law Center de Michigan para que se desempeñara como su abogado. La demanda fue presentada en marzo del 2017.

Organizaciones como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Tennessee y la Coalición de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee frecuentemente han criticado la demanda, diciendo que afectará negativamente a la comunidad de refugiados del estado y perpetuará una cultura de miedo.

TIRRC planea llevar a más de 40 refugiados a Nashville para reunirse con legisladores y compartir historias sobre cómo el reasentamiento ha transformado sus vidas.

En un comunicado, Stephanie Teatro, co-directora ejecutiva de TIRRC, dijo que esperaba que la destitución de la demanda lleve a los legisladores a enfocarse en asuntos reales destinados a fortalecer a las comunidades.

“El fallo de hoy es una victoria para nuestros miembros, para las familias de refugiados y para la mayoría de los habitantes de Tennessee, cuya fe y valores los llaman a dar la bienvenida a familias que huyen de la violencia y la guerra”.

 

ENGLISH:

 

(The Tennessean) — A federal judge dismissed Tennessee’s lawsuit against the federal government over refugee resettlement.

In the lawsuit, the state alleged the federal government violated the 10th Amendment, which says the federal government possesses only the powers delegated to it by the U.S. Constitution and that all other powers are reserved for the states.

Tennessee charged that the federal government was not complying with the Refugee Act of 1980.

The federal refugee act was designed to create a permanent procedure for the admission of refugees into the U.S.

In the lawsuit, the state argued Tennessee was facing a threat of losing nearly $7 billion in Medicaid funds if it refused to resettle refugees.

Despite the state opting out of the resettlement program, refugees have continued to be sent to Tennessee after the federal government appointed Catholic Charities of Tennessee to administer resettlement efforts.

Tennessee was hoping to force a halt to all refugee resettlement to the state until all associated costs are paid by the federal government.

While dismissing the case, U.S. District Judge S. Thomas Anderson took issue with the state’s claims about the loss of federal funding.

“Plaintiffs also contend that the amount of federal Medicaid funds Tennessee might lose if they do not comply with the requirement to provide Medicaid to refugees is so large that they have no choice but to continue with the program,” Anderson wrote in the dismissal.

“At this juncture, this court cannot ascertain what amount the state is faced with losing.”

Anderson’s dismissal of the case is a blow to Tennessee lawmakers, who overwhelmingly approved a resolution in 2016 ordering the lawsuit.

When Tennessee Attorney General Herbert Slatery declined to initiate the case, the state hired Michigan-based Thomas More Law Center to serve as its attorney. The lawsuit was filed in March 2017.

Organizations such as the American Civil Liberties Union of Tennessee and the Tennessee Immigrant and Refugee Rights Coalition have frequently slammed the lawsuit, saying it will negatively affect the state’s refugee community and perpetuate a culture of fear.

TIRRC plans to bring more than 40 refugees to Nashville to meet with legislators and share stories about how resettlement has transformed their lives.

In a statement, Stephanie Teatro, co-executive director of TIRRC, said she hoped the lawsuit’s dismissal would lead lawmakers to focus on real issues aimed at strengthening communities.

“Today’s ruling is a victory for our members, for refugee families, and for the majority of Tennesseans whose faith and values call them to welcome families fleeing violence and war.”

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