Los tiempos cambian, ¿la fe también?
Times Change, What about Faith?
Por Rafael Figueroa – LPL
MEMPHIS, TN (LPL) — Nuestra cuidad se encuentra localizada en lo que se conoce como el cinturón bíblico, en el cual se puede observar la influencia religiosa en muchos aspectos de la vida cotidiana.
Como observación personal, al conocer la ciudad me sorprendí de ver iglesias en casi todas las esquinas de las avenidas más transitadas, algo que posiblemente se ve en muy pocas ciudades en el mundo.
Leyes, relaciones humanas, tratamientos médicos, etc., entre otras cosas, han estado cambiando respecto a las creencias religiosas en los últimos años, algo que merece la pena analizar en vista al futuro de nuestra sociedad.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a algunos líderes religiosos para saber su punto de vista sobre temas de fe en las nuevas generaciones y otras cuestiones actuales.
Nuestro primer invitado es Octavio Áreas, Capellán Certificado en el Hospital Infantil Le Bonheur, quien está a cargo del cuidado espiritual de los pacientes en este hospital. Aquí está la entrevista:
LPL: ¿Cómo describirías la relación de los jóvenes (milenios, generación Z) con respecto a la religión?
Octavio Áreas: Una vez estaba conversando con un padre que tenía a su hijo en el hospital. Precisamente, estábamos hablando del papel y función de los padres en relación con la formación de sus hijos e hijas. Él me decía, “los hijos deben ser un reflejo de sus padres, pero primero hay que rehabilitar a los padres”. En cierta forma, este padre tiene razón. El problema es que hoy en día muchos de los padres y madres han dejado de ser la influencia primaria delante de sus hijos. Peor aún, en la ausencia del padre o la madre, el niño es criado por terceras personas que llegan hasta el departamento de protección infantil. ¿Protección?, sí, muchos niños y niñas deben de ser protegidos de sus padres y familiares. ¿Qué triste no? Yo creo en el dicho que recita: “La educación comienza en casa”; sin embargo, desde que los padres delegaron en el estado la educación formal e informal de sus hijos e hijas, se rompió el principio de transmisión de los valores “trans-generacionales”. Esto ha afectado inmensamente a nuestra comunidad hispana, primera y segunda generación. La dificultad en aprender un nuevo idioma, cultura, rituales, celebraciones, sistema económico y político es llamado “aculturación” y se le ha relacionado con los intentos de suicidio entre los hispanos/latinos. Yo creo en que la oración y la lectura de las Escrituras sagradas deben de darse en el hogar, al levantarse y al acostarse, alrededor de la mesa, especialmente en la cena. Lamentablemente, hoy día las familias apenas llegan a casa, y muy pocos se sientan a la mesa juntos para compartir los alimentos. Aún más triste es que muy poco se cocina en casa. Los milenios y la generación Z tienen algo en común, aunque son la generación con más acceso a información, carecen de capacidad de confiar. Entonces es imperativo que los padres formen a sus hijos en la fe, pero más importante es que sus hijos e hijas confíen en ellos como los formadores primarios de sus vidas. Esto se logra creando una atmósfera, disciplina y vida centradas en el desarrollo de hábitos.
LPL: ¿Cuál es tu opinión con respecto a las nuevas leyes de Tennessee de mostrar en las escuelas el lema de “En Dios Confiamos”?
Octavio Áreas: Cuando hay un ambiente de libertad religiosa o al menos tolerancia se dan este tipo de preguntas. Ésta es la belleza de la democracia, aunque el país de los EE.UU. es predominantemente capitalista, aún se respeta la libertad de expresión. Personalmente, creo que la enseñanza teológica es importante en la formación integral del ser humano. Mientras unos hablan de adorar a un solo Dios, otros hablan de varios, y otros de ninguno, esto es lo que los secularistas predican, que sólo el hombre debe de adorarse por sus logros y capacidad intelectual. No sé si la palabra “injusta” sea la adecuada para calificar la determinación del gobierno de Tennessee con respecto a mencionar la palabra “Dios” o “dioses”. Creo que tanto derecho tienen los teístas como los secularistas o ateístas en defender sus creencias y su posición con respecto al asunto de mencionar a Dios en la escuela de forma gráfica. Sin embargo, creo que es un error que el gobierno delegue en las escuelas la formación religiosa de los niños y jóvenes. Es responsabilidad de los padres educar a sus hijos e hijas en la fe religiosa de su preferencia. Creo que poner un rótulo que diga “In God We Trust” es un “tiquete de tren que nos puede llevar a lugares muy peligros”. La razón por la cual los primeros inmigrantes vinieron a Norteamérica fue huyendo de la persecución religiosa impuesta por el estado de Gran Bretaña. Pienso que es un error legalizar asuntos de fe y religión, porque no refleja el espíritu original del fundamento de la Constitución de los EE.UU., la cual establece la separación de “iglesia y estado”. Me parece que no es lo mismo tolerancia religiosa a libertad religiosa. Así como toda persona tiene derecho a compartir su fe, así también no se debe imponer (legalmente) una creencia religiosa.
LPL: ¿Cuál sería el futuro de la fe o religión que representas en esta sociedad? ¿Qué retos hay para enfrentar? ¿Cuál es la relación con otras religiones?
Octavio Áreas: Creo que la fe y la religión son intrínsecas y extrínsecas en la fibra de la raza humana. Con esto quiero decir que el ser humano fue creado para adorar, para creer, pero sobre todo amar. Amar al ser supremo, de acuerdo a la cosmo-visión de cada pueblo. Las organizaciones religiosas, en su mayor representación la iglesia, sinagogas, o mezquitas, tienen grandes desafíos, tales como la interpretación de las Escrituras al mundo contemporáneo y respuestas a los problemas éticos de nuestra sociedad actual. Por otro lado, el ofrecer recursos psico-espirituales a personas que padecen de enfermedades mentales. Por último, el desafío más relevante que la iglesia ha enfrentado a través de la historia es mostrar el amor a Dios y al prójimo. Esto significa que él (un joven) se una a una religión monoteísta en un mundo “pluralista”, y que cuide de los pobres, atendiendo así las necesidades de los más desprotegidos y oprimidos. Ésta es la esencia del mensaje divino, “hacer justicia y misericordia es mejor que los sacrificios.”
Como dicen por ahí, “al fin y al cabo el papel aguanta lo que le pongan”. Con esto quiero decir que el usar o colocar el término “Dios”, el cual es genérico y no es un nombre, sin una fe intrínseca, simplemente es un cliché. De la misma manera que en los billetes de dólar aparece también la frase “In God We Trust”, la cual en términos de sistema económico no significa nada.