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Recomendaciones de cine hispano:  Bolívar soy yo (2002)

Recommendations for Latin American Films: Bolivar Is Me (2002)

 

Por Vania Barraza Toledo

Profesora de español en la Universidad de Memphis

 

En su rol protagónico como Simón Bolívar (1783-1830) en la teleserie “Los amores del Libertador”, Santiago Miranda (Robinson Díaz) resulta ser el actor que se niega a matar al personaje, iniciando un delirante viaje en el que se cruzan la historia, la ficción y la realidad. En su jornada, Santiago recorre mitos, símbolos y la construcción de una identidad latinoamericana en la vorágine de una sociedad del espectáculo.

Al comienzo de la película, cuando El Libertador es llevado al paredón de fusilamiento, Miranda interrumpe las grabaciones televisivas y se enfrenta al director de la serie para protestar en contra de un final, definido por los realizadores como “más impactante” y “más heroico”. El argumento de los productores resulta absurdo ya que es de conocimiento general que Bolívar murió solo y enfermo, en Santa Marta (Colombia), y no fusilado. De esta manera, el final de “Los amores del Libertador” se adecúa más a los intereses del mercado que a los motivos historiográficos, por lo cual, la película de Jorge Alí Triana sugiere poner atención al papel que desempeñan los medios de comunicación en el imaginario de la sociedad del simulacro.

A continuación, Miranda/Bolívar se dirige desde Venezuela a Colombia, donde es recibido como el Libertador de América Latina. Santiago vive inmerso en el personaje al punto de asistir como invitado de honor y de acompañar a las autoridades de gobierno en los oficios protocolares recordando a la figura bolivariana.

En el transcurso de la historia, el espectador puede notar que el actor cruza de un plano a otro –de la demencia a la cordura– sin completar la transición mental. A la vez, humaniza la figura del personaje histórico. En suma, Bolívar soy yo es una interesante reflexión sobre la construcción de los héroes, la historia y la influencia de los medios de comunicación en la representación del pasado.

 

ENGLISH:

 

In his starring role as Simón Bolívar (1783-1830) for the television series “Los amores del Libertador,” Santiago Miranda (Robinson Díaz) becomes the actor who refuses to kill the character, bringing the spectator to a delusional journey mixing up history, fiction and reality. In his endeavor, Santiago reviews myths, symbols and a Latin American version of the society of the spectacle.

At the beginning of the film, when “El Libertador” is about to be executed by firing squad, Miranda interrupts the tv recordings to confront the director protesting against a plot ending, defined by the filmmaker as “more shocking” and “more heroic.” The producer’s argument is absurd since it is well known that Bolivar died ill and alone, in Santa Marta (Colombia), and not shot. For this reason, the ending of “Los amores del Libertador” is more in line with marketing interests than historiography. Consequently, Jorge Alí Triana’s film suggests to pay attention to the role played by the media in contemporary society.

Miranda/Bolivar travels from Venezuela to Colombia, where he is received as the Liberator of Latin America. Santiago lives immersed in the character to the point of attending receptions celebrating the independence hero.

Throughout the story, viewers may notice that the actor crosses from dementia to lucidity without completing the mental transition (he is not totally crazy, nor rational). At the same time, Santiago humanizes the heroic figure of the historical character. In short, Bolivar Is Me is an interesting reflection on the construction of heroes, history and influence of the media representation of the past.

 

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