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La raza y la educación

 

Race and Education

 

Hergit “Coco” Llenas

Directora Nacional de Acción Comunitaria Hispana

American Federation for Children

 

El pasado 15 de marzo en Washington, D.C. tuvo lugar un panel organizado por la National Newspaper Publishers Association en el cual se le dio la palabra a Hilary O. Shelton, quien es el director de la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP). Aprovechando los oídos de una audiencia formada por destacados e icónicos periodistas de color, el director despotricó contra las opciones escolares, empezando por las escuelas charter (o alianzas) y terminando con los programas de cupones escolares o vouchers, como solemos referirnos a este tipo de programas. Shelton arrastró todo por el lodo y, al hacerlo, pasó por alto que precisamente son los niños de la raza negra y los latinos quienes están más afectados por la falta de igualdad en las escuelas públicas.

Múltiples estudios demuestran que, en los planteles manejados por el distrito escolar, nuestros niños de piel negra y canela son víctimas de suspensiones y/o expulsiones con mayor frecuencia y con mayor rigor que sus compañeros blancos y asiáticos.

Otro fenómeno, conocido como la brecha académica, también está afectando a nuestros niños oscuros de manera significativa, sistemática y persistente. La brecha académica evalúa la disparidad que existe en función de la condición racial o socioeconómica de los estudiantes y mide (entre otras cosas) los resultados de los exámenes estandarizados, los grados, la tasa de deserción escolar y el número de graduados universitarios perteneciente a cada grupo étnico.

La brecha académica existe en todas partes del mundo y en los Estados Unidos es más evidente entre los hispanos y afroamericanos, cuyos logros académicos están muy por debajo de sus compañeros de clases. De hecho, la brecha académica entre los estudiantes hispanos y los blancos no ha disminuido en las últimas dos décadas, según un reporte publicado en el 2011 por The National Center for Education Statistics (NCES), una subdivisión del Departamento de Educación de los Estados Unidos. Se encontró, además, que la brecha es más grande en el caso de estudiantes en cuyos hogares no se habla el idioma inglés. (Ver “¿Cómo puede la brecha académica afectar a nuestros niños?” en https://www.laprensalatina.com/como-puede-la-brecha-academica-afectar-nuestros-ninos/, o “La brecha” en https://cocoswords.com/2015/08/26/la-brecha/).

En lo referente a equidad de fondos, la problemática es aún más alarmante ya que a las escuelas públicas localizadas en barrios pobres no les llegan suficientes recursos para operar de forma efectiva. ¿Por qué?

Porque para subvencionar a las escuelas públicas, el gobierno se vale de tres fuentes principales de ingresos: el presupuesto del Estado, el presupuesto federal y las recaudaciones del condado. El condado recibe fondos a través de la recaudación de impuestos sobre la vivienda, entre otros gravámenes. Si en el barrio “X” el precio promedio de las casas es $500,000, la escuela ubicada allí recibirá un porcentaje sobre el monto de las recaudaciones más alto que una escuela pública localizada en una zona donde las residencias estén valoradas, digamos, en un promedio de $115,000. De ahí que, una escuela pública ubicada en un área muy residencial siempre tendrá mayores recursos que una escuela localizada en barrios de gente trabajadora. Aquellos que tienen más, reciben más. Y los que tienen poco, reciben poco. En otras palabras, no hay equidad (léase “¿Por qué su código postal le puede perjudicar?”, publicado en La Prensa Latina en agosto del 2017: https://www.laprensalatina.com/por-que-la-asignacion-de-una-escuela-basada-en-su-codigo-postal-le-puede-perjudicar/).

¿Cómo explicar la postura contradictoria de Hilary O. Shelton en contra del derecho de los padres a buscar otras opciones fuera de las ofrecidas por las escuelas públicas tradicionales?

Por un lado, históricamente pocas organizaciones han sobresalido tanto como la NAACP en la lucha por la igualdad de los derechos civiles. Por el otro, parece ser que a sus líderes actuales se les ha olvidado para qué fue creada y a quién deberían estar sirviendo.

 

Porque creemos que todos nuestros niños merecen tener acceso a una educación de alta calidad, nosotros promovemos y defendemos la Opción Escolar. Somos la American Federation for Children y estamos trabajando en Tennessee para crear más oportunidades educativas para nuestra comunidad. Visítenos en http://www.federationforchildren.org y/o escríbanos a CLLenas@FederationForChildren.org. Estamos para servirle.

 

 

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