Viviendo con la madrastra
Living with the Stepmother
POR LA DRA. NANCY ÁLVAREZ
Por mucho que la gente se divorcie o se separe, la constante es que se unan o casen de nuevo, creando las llamadas “familias en transición”, o las famosas familias de “los tuyos, los míos y los nuestros”.
Cuando se vuelven a casar, quien pasa a criar al niño, por el período que le toque al padre, es la madrastra. Ésta se siente confundida y se pregunta: ¿Debo poner disciplina a este niño que no es el mío? ¿Debe él cumplir mis reglas en la casa, o lo trato como si estuviera de visita? Lo mismo pasa con el padrastro.
El niño se convierte en “el que viene a veces”. No tiene un cuarto, siente que no pertenece a ningún lugar, y eso afecta su identidad, entre muchas cosas más. Quizás su cuarto es el más pequeño o tiene que compartirlo con un hermano. Esto crea celos. Su hermano tiene una habitación más grande; no se siente importante ni tomado en cuenta.
Muchos niños dicen a los psicólogos cosas como éstas: “Es que a mí nadie me preguntó si era feliz viendo a mi padre jugando pelota con mi hermano, algo que nunca hizo conmigo”. ¿Quién le ha preguntado a ese niño con quién quiere estar o dónde se siente bien?
Otro tema es dormir. Si el niño siente miedo, pesadillas o temores nocturnos, en su casa, mamá puede llevarlo a su cama o acudir ella a su cuarto para que se tranquilice. Eso no pasará con papá, ya que su madrastra no lo permitirá. El niño siente ansiedad y miedo de ir donde papá. Es que las dos dinámicas de las familias no son compatibles. Y es él quien sale perdiendo.
Si esto termina en la corte, ahora es asunto de dinero. El pleito dura mientras los padres tengan dinero, y el que tenga más es quien gana. Además, los estudios demuestran que la razón número uno por la que la gente se casa y se divorcia en EE.UU. es por el dinero.
La corte, los abogados y los jueces, que no saben nada de psicología infantil ni de terapia familiar, toman la decisión sin oír al niño o al adolescente. Están bregando con asuntos difíciles y con una pareja que fracasó en resolver sanamente sus cosas. Muchas veces, la guerra sigue a través de sus hijos o hijastros. Si la madrastra es un tanto tóxica, la guerra de los padres se tornará aún más agresiva. Y muchas veces entran en este caos las abuelas, y los exesposos o exesposas. Al único que están dañando es al niño.
En estados más avanzados que Florida, y en países más avanzados que EE.UU., no se da el divorcio hasta que los padres llegan a buenos acuerdos y superan sus guerras. La justicia no puede tener tanto poder. No solo con la familia y los niños, sino con otras grandes decisiones del país. Zapatero a sus zapatos.
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ACERCA DE NANCY ÁLVAREZ
Nancy Álvarez es doctora en psicología clínica con maestría y postgrados en terapia familiar, de pareja y sexual. También tiene una maestría en Programación Neurolingüística (PNL) y es hipnoterapeuta. Actualmente cursa un doctorado en Sexualidad.
Nació en Santo Domingo, República Dominicana. Su show “Quién tiene la razón” es sinónimo de éxito en Estados Unidos y América Latina. Actualmente participa en “Sin rollo ni tapujo”, en Univisión. Junto a su esposo, el Dr. Álvaro Skupin, ha trabajado en el campo de las células madre. Preside en EE.UU. la Sociedad Latinoamericana de Células Madre (Solcema) y es su vocera oficial en el mundo.
Actualmente, es presidenta de Psicoaxis Corporation y de Mother Stem Institute. También ha creado su línea de productos relacionados con la salud física y emocional, entre ellos “Up Chaca Chaca” y “Buen Sleep”.